domingo, 22 de noviembre de 2009

JESUS Y LEONOR DE Volando

CANSADO

El vuelo cansa con el tiempo,
despuès del viaje, el silencio..,
las alas heridas..,
viajar contra el viento..
y sin poder descansar,
en mar abierto..
avanzar muy lento..
tratando de remontar el tiempo..
pero saber tambièn,
que està el amor y el silencio..

Continuar en ese viaje..
en las corrientes siguiendo...
para aminorar la pena..,
de amarla y està tan lejos
por eso con alas rotas,
sigue el vuelo en movimiento.
Suspirando y padeciendo..
dìa y noche pensando en ella..
pero ya miro las luces..
¡Si tambièn me està queriendo.!

JESUS MANUEL ALBO

La Espera

La espera en la playa
me acongoja, me desespera.
Solamente el mar, fiel amigo,
cómplice de mis desvelos,
me consuela en mi llanto,
recoje mis penas y lágrimas,
besa mis pies desgastados
esperando noche y día
andando por sus remansos,
ver en el horizonte , callado,
la silueta de tu encanto.

Es el viento que se fija
en mi figura errante,
me susurra quedamente
que aún lastimado,
tú llegarás, sin tardar,
al lecho de mis brazos,
que curarán las heridas
con caricias y halagos.

Besos candentes, con aroma a rosas,
te quitaran el cansancio
de tan larga caminata
que has tenido en el espacio.

Leonor Rodríquez R.

22-11-09

LA TABLA
Para LEONOR RODRIGUEZ R.

La tabla en que me aferro,
una vez fue barca...
Cruzò por los confines y se perdiò..,
llevaba de equipaje miles de oraciones..
Que invocaban a los dioses
por pronto retornar..
Pero el viaje se hizo, monòtono,aburrido..
y vino la tormenta...
de pronto a destrozar,
perdiendo mi bandera y las ansias que llevaba,
para quedar a flote..
en medio de ese mar...

Ahora a esa tabla,la tomo ya muy dèbil..
quizàs mi alma no pueda su viaje resistir,
el mar de soledad me sale donde quiera,
y yo en la corriente...
No se ni donde irà...

Pero sabe que un dìa..tal vez una mañana..
cuando aùn duermas...
con tan solo un beso te pueda despertar...
eso indica que aun tuve fuerzas
para llegar contigo...
y si acaso no lo hiciera...
es que me perdì en el mar.

JESUS

LA MUERTE



En las noches de mis silencios
hablo con la Luna, también con el viento
les pido, por mi alma, me saquen del tormento
de esta pena que me ahoga
que me inunda de sospechas.

Fuiste marinero de mi barca, sin timón,
que una mañana atracada en puerto
la mirabas con dulzura con frescor
y el mar envidioso arremetió con desdeñó
hasta arrancar la maroma, unida al mojón,
que a mi barca sujetaba llevando a los dos.

¡ Dime Luna ! ¡Dime viento !
¿ que hizo el mar con mi amor ?.

El viento lleva mi sombra
alumbrada por la Luna,
atraves del océano mi silueta vagabunda
suspira requiebros a su buscado amor.

La barca difusa entre tantas olas
pelea, valiente, contra el mar que la devora,
dentro va mi niño, muerto de pavor,
agarrado a la quilla se sujeta anquilosado
no puede con el demonio que lo va arrastrando.
Es tal mi desespero
que me hundo, cual saeta,
dentro el mar de desenfreno,
lucho a brazo partido
hasta alcanzar la barca de mis sueños;
abrazada a mi niño amado
le doy reposo entre mis brazos,
le canto nanas de amor
mientras nos besamos:

Clavel reventón la boca de mis deseos
del jardín esplendoroso que me ofrece tu cuerpo.
Luceros de la noche que alumbran mis sentidos
son tus bellos ojos
sus pestañas abanicos
que refrescan los ardores de nuestros cuerpos fundidos
en pasiones, en lujurias, en temores.......
del mar embravecido
que golpea nuestra barca con desatino.

Abrazados con furia, besándonos locamente
esperamos convencidos caer en el abismo
donde el mar nos lleva a enterrar nuestra muerte.

Leonor Rodríguez R.

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