EN TU PIEL, de Jesús, Leonor y Loren.

EN TU PIEL

Esta mañana los brazos me cubrìan,
encerraban el alma en sitios alejados,
manos en caricias suavemente herian,
ansias que despiertan sueños deseados..

Senti correr fuego profundo por las venas,
alzaron mil estatuas cantando las victorias,
se fueron en cascada recuerdos de penas,
y como un esclavo se escriben las historias.

Estaba en los brazos de amores prisionero,
jugabas con la dicha regandome de miel,
y mientras encantado murmuro un "te quiero"

Las ansias muy activas conjugan ella y èl,
moviendose en suspiros temido pasajero,
se llega hasta el fondo...abismo de la piel.

JESUS ALBO,



EN MI PIEL

Conjuros y promesas
de sueños invocados
encienden los caminos
de antorchas iluminados.

Vuelan las ansias
bailan los fantasmas,
la penumbra en noche
se vuelve ingrata.

Suspiros y jadeos
en tu alma flamas,
llegan a mi lecho,
incendian mi barca.

Evoco tu cara
grito tu nombre,
entre mis brazos
tu sombra amada.

Exploro tus planicies
tus montes y montañas,
descanso en el valle
que me ofrece tu cara.

Calmo la sed
en los besos de tu boca
donde culminan mis deseos
que con los tuyos brotan.

Fuxión de sentimientos
cuerpos que se aman,
magma incandescente
recorriendo mis entrañas.

Desencadenante trueno
relámpago de dos en uno,
colman y calman los ardores
de dos almas que se aman.

Leonor Rodríguez Rguez.

EN LA PIEL DE VOSOTROS


Como fiel espectadora
de una llama devoradora
admiro la locura
de este amor sin mesura


Y aunque la noche se asoma
y el deseo les carcoma
no detengan esas flamas
y entreguense con ganas


No le teman a lo oscuro
que el reloj se quede mudo
y vaciense el alma
que se pierda toda calma


Porque para amor intenso
el unico remedio
es entregarse completo
sin tapujos por el medio


Que el volcan de sus pasiones
erupcione con locura
que se vaya la amargura
de las tantas decepciones


Y que el ímpetu del viento
saque lo que está adentro
un amor, el más divino
de pasiones el más fino

Loren


Cuadro en versos
que nos dejas
de paisajes amorosos
de locuras pintados
sin oscuros ni rebozos.

Es mi alma
sin antojo
la que se entrega
con gozo
al amor d´ese mozo.

Amor que fluye
al mirarse los ojos
y un no se qué
muy dentro
te lleva hacia l´otro.

Amor blanco, puro,
ternuras compartidas,
cumplidos con derroche,
todo son primaveras...
luce el sol aunque llueva.

Palpita el corazón
en la espera
del encuentro,
pajarillo sin plumón
esperando el alimento.

Alimento de sonrisas,
de caricias sinuosas
de te quieros, de besos...
riego pertinente
para el jardín fértil.

Jardín exuberante,
explosión de pasiones,
acercamientos y roces
hasta completar el cenit
del amor en la noche.


Leonor Rodríguez Rguez.