¿COMO DEJO DE AMARTE? de Jesús, Leonor, Anónimo.

¿COMO DEJO DE AMARTE?

Si en mi sangre te llevo, ¿como dejo de amarte ?.
Si mi cuerpo recorres en las letras de un verso,
¿como puede seguirte este amor sin cansarte?
si te veo en todas partes como sol de universo.

Si en mi sangre te llevo y eres toda mi vida,
¿como quieres que mi alma no padezca dolor?
sin tu amor nada importa, está el alma perdida,
o es que quieres que muera mi amor.

JESÚS ALBO


CORAZÓN

¡ Oh !, cariño, me inquietas
no me hables de muerte, ¡no!,
si eres luz de mi universo ,
si eres mis versos de amor.

Eres los caminos de mi mente
sembrados florecientes de Luna y Sol,
montaña que sonríe y me cobija,
da consuelo a mi pobre corazón.

Corazón, volcán en erupción
siempre atento a tus lamentos
dispuesto en tu desazón, gritar
que... ¡te quiero tanto,
como las olas al mar !.


Leonor Rodríguez Rguez.


MADRESELVA

Flotando voy por la vida
como pluma en balanceo,
me sonríen las flores.
me guiñan los luceros.

Madreselva que trepas arrolladora
envolviéndome en el aroma de tus deseos,
me subliman tus palabras de amor,
me extasio en tu dulce recuerdo.

Canta la fuente nanas
cuando paso a su vera
y el arroyo cristalino
a tu besar se asemeja.

Camino sin prisa, con pausa,
gozando de la armonía
germinada por tu amor,
que luce ahora mi casa.

Anónimo



TUS MIMOS

Tu versar es agua fresca
que absorbo con delicia,
cantos de ruiseñor
que solazan mi alma.

Las mariposas me acosan
dentro mis entrañas,
giran y giran ansiosas
por ese amor que inflama.

La noche se me hace día
cuando a mi ventana llamas
floreciendo en mi camino
los susurros sin palabras.

Me estremezco de dolor,
mi piel se encrespa, mutilada,
al pensar que cualquier día
te olvidas de acariciarla.

Tus mimos en tu canto
vibran dentro mis cuerdas tensadas
con notas de amaneceres
que alumbran mis alboradas.


Leonor Rodríguez Rguez.


PERSECUCIÓN


Me persiguen los monstruos,
sombras de un pasado ingrato,
que atenazaron mi vida,
dejaron amargos rastros.

Desconsuelo y pesadumbre
orlaron mi alma inquieta,
se apoderaron de mis entrañas dañadas,
surgiendo la desconfianza
enfrentada a pasiones que añoraba mi alma.

Mis alas protestaron, cansadas,
por los envites del viento
por las arenas del oasis
que arañaban, sin conduelo,
a mi corazón, de un amor solapado.

Hoy mi vida se hamaca
en las blondas de las olas,
en la campiña virgen
de musgo y albahaca
que me ofrece tu amor, amada.

Anónimo


LOS ARROYOS

Entereza, gallardía en tus lamentos
florecen en el jardín frondoso
de mi corazón enamorado,
alumbrando con ímpetu de sunami
la confianza depositada en tu alma franca.

Los ríos de mis venas
fluyen en canto de primavera,
nutriendo alborozado canto
la pasión que me arrastra
hacia el mar de tu barca.

Soy ave que vuela en círculos
formando guirnaldas de flores
acotando nuestros amores
no se los lleve la injuria
de la bestia que llevan dentro
aquellas mentes que por celos mienten.

Leonor Rodríguez Rguez.